Historia

Larva es un municipio español de la provincia de Jaén, Andalucía, enclavado en la comarca de Sierra Mágina. Limita con los municipios de Quesada y Cabra del Santo Cristo. La población de Larva se encuentra a los pies de la Sierra del mismo nombre.

En al-Ándalus se identificaba este lugar con Ullaraua, que refiere a al’arbiea en árabe, que significa miércoles. Hace alusión al “mercado de los miércoles”. La localización de Larva en una llanura, y cerca de la vía que unía el Alto Guadalquivir con Levante, podría corresponderse con el lugar en el que se celebraba dicho mercado.

En textos anteriores aparece también como Larba.

Más de la mitad del término municipal de Larva estaba dedicado a pastizales, tomillares y espartizales, siendo muy pequeño el número de especies arbóreas forestales, en ocasiones fruto de la repoblación. Paisajes muy apropiados para la realización de senderismo y otros deportes de aventura. Casi todas las tierras labradas se dedicaban a la producción de cereales (cebada y trigo), aunque hoy en día predomina el olivar, hoy día los campos de Larva son un mar de olivos.

Cerro Castellón
Vista de Larva

El relieve de Larva contrasta entre la parte N y la S. El Norte posee un relieve suave, con cotas de 600 metros. Aquí abundan los barrancos que originan un relieve acarcavado. Al Sur está la Sierra de Larva, de relieve abrupto y pronunciadas pendientes, con el Cerro de los Picones, de 1.144 metros, como su máxima altura.

Las tierras de Larva están pobladas desde la prehistoria más antigua, un poblamiento ayudado por su localización cerca del Guadiana Menor, importante vía de comunicación que unía el Alto Guadalquivir, las depresiones interiores de Baza y Guadix y Levante.

A un kilómetro del casco urbano se encuentra el asentamiento ibérico de Cerro de Castellón, fechado entre el siglo II y I antes de Cristo. Se trata de un recinto rectangular, fortificado, situado en la parte superior de un cerro amesetado en medio del llano, que continuó ocupado en época romana. Se conservan parte de las murallas de sillares y, en su interior, un gran aljibe.

Muy cerca de este emplazamiento se encuentra el castillo-refugio del Tejar de los Moros, por lo que lo más probable es que Larva fuese una pequeña alquería dependiente de este asentamiento. El Tejar de los Moros es una fortificación situada sobre una cima amesetada. El recinto, de planta poligonal y paredes de tapial y mampostería, está dividido en dos espacios: el inferior parece que se dedicó al refugio de los animales; mientras que el superior, identificado como el castillo, serviría para refugio de la población de las alquerías vecinas.

Cuando Alfonso X conquistó Larva, permitió que parte de la población árabe de Cabra se refugiase en esta zona, lo que retrasó la ocupación de la localidad por pobladores cristianos.

Desde el siglo XIII, Larva estuvo en la frontera castellana-nazarí, jugando un papel importante en el control de las revueltas, que a través del Guadiana Menor, llevaban a cabo tanto los musulmanes como los cristianos, asentados estos últimos en tierras del Adelantamiento de Cazorla.

Vista panorámica
Estación de Larva

De acuerdo con el Diccionario Geográfico de Madoz, la aldea de Larva se emancipó de Quesada para unirse a Cabra del Santo Cristo en 1842. A mediados del siglo XIX contaba con 37 casas y 50 cuevas, y con los cortijos de San Pedro de los Pozos y Fuente de las Ollas. Los principales cultivos eran trigo, cebada y esparto con el que se comerciaba crudo o cocido. De 1899 data la inauguración de la estación de Larva dentro de la línea línea Linares-Almería, ideada para principalmente el tráfico de mercancías entre la zona minera de Linares-La Carolina y el puerto de Almería. Para salvar el barranco del arroyo Salado se levantó un puente metálico según el proyecto del ingeniero José Olano, que superó los registros nacionales en cuanto a altura y luz de sus tres tramos, con un total de de 318 metros de largo y 109 de alto, que actualmente se localiza en el término municipal de Cabra del Santo Cristo. ​

Las gestiones para constituirse como municipio independiente comenzaron en 1924 y en 1925 obtuvo el rango de Entidad Local Menor. Finalmente, se le concedió la municipalidad el 1 de julio de 1936. Después de la Guerra Civil, la población se recupera progresivamente alcanzando la cifra de 1.552 habitantes en 1940, siendo su máximo los 2.061 de 1950. Durante el último tercio del siglo XX se produjo el éxodo rural a otras regiones de España y de Europa.

Larva posee un interesante, aunque escaso patrimonio histórico, y destacan:

  • Cerro Castellón: asentamiento Ibero-romano del siglo II-I a. C., situado aproximadamente a un kilómetro al NO de la localidad.
  • El Tejar de los moros: asentamiento medieval a escasa distancia del núcleo urbano.
  • Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, construida a finales del siglo XVIII, en la que se venera a la patrona, Nuestra Señora de los Dolores. Presenta una estructura sencilla y a la vez sobria tanto en el exterior como en el interior.
  • El Ayuntamiento, cuya fachada alberga un reloj y una campana, según el modelo de casas consistoriales de la colonización ilustrada.
  • El Museo de Artes y Costumbres Populares, donde podremos conocer todo género de enseres e instrumentos tradicionales entre los que destacan los aperos de labranza, y de matanza.
Iglesia